Get to Know Your Yoni

Conóce a tu Yoni 

by Miguelina Rodrigez

gabriela-popa-245351-unsplash.jpg

As the daughter of an uber Catholic Dominican immigrant, sex was something that was not discussed; not even today, as a grown ass womyn in my late 30s. The only sex-ed I received as a young womyn was my mom warning us that “if you have sex with any boy while living under this roof you are gone… ¡Se me van!” She didn’t even tell my identical twin sister and I what would happen if we conceived a child in the process. All she knew was she wasn’t raising no womyn. ¡Mujer en mi Casa Yo!

The machista/marianista culture in the D.R. is one where a womyn’s worth is between her legs and her value is defined by the man who happens to choose her (but what if you like womyn?). Once that cerezita is popped you go from Holy Mary full of Grace to Used Goods..just like that...pop! So I was taught so many ways that a ‘lady’ was to act, and none of them were sexual. Yet, I was simultaneously expected to please my man in the bed with no knowledge of WTF I was doing. How’s that for a mind fuck?

This is why many times during sex a man knows more about a womyn’s body. I know so many sisters (too many) that do not know what their Vaginas look like (I prefer to call them by their sacred name: Yoni). They have never sat in front of a mirror to look at, admire and cherish their beloved Yonis. Many do not masturbate, feeling like shame and catholic guilt are constant watchimans making sure they are good catholic girls.

We’ve become so disconnected from our bodies that not only do we suffer by having bad sex (life is too short for that!), but sometimes we end up with painful menstrual cycles and complicated births.

You see, intimacy is not only about dropping your pantis and getting it in, it’s also about connecting with your body; learning her, giving her what she wants. If we do not know what she wants and needs while in the thick of climaxing, then heaven help us when it’s time to push out a baby, or to go within and connect to our emotions for guidance when making a life altering decision.

So in the name of healthier lives - via a healthy Yoni - begin a relationship with yours: talk to her, look at her, apologize for neglecting her and maybe, just maybe, you can do all of this while self-pleasing. Try it. It’s revolutionary.

 

Como hija de una inmigrante súper católica dominicana, el sexo era algo que no se discutía; ni siquiera hoy, ya una mujer adulta en mis treinta y tantos años. La única educación sexual que recibí cuando era joven era cuando mi madre nos advertía que "si tienen sexo con cualquier chico mientras vivan bajo este techo, están fuera... ¡Se me van!" Ni siquiera le dijo a mi gemela idéntica o a mi lo que pasaría si concebíamos unx niñx en el proceso. Todo lo que sabía era que no estaba criando a ninguna mujer. ¡Mujer en mi Casa Yo!

La cultura machista / marianista en R.D. es una donde el valor de una mujer está entre sus piernas y definido por el hombre que la elige (¿pero qué pasa si te gustan las mujeres?). Una vez que la cerezita es reventada, pasas de ser María Llena de Gracia a Cosas Usadas, así como si nada. ¡Pop! Entonces me enseñaron las muchas maneras que una 'dama' debía actuar y ninguna de ellas era sexual. Sin embargo, se esperaba que al mismo tiempo complaciera a mi hombre en la cama sin conocimiento de qué carajo estaba haciendo. ¡Figúrate!

Esta es la razón por la cual muchas veces durante el sexo un hombre sabe más sobre el cuerpo de una mujer. Conozco tantas hermanas (demasiadas) que no saben cómo son sus Vaginas (prefiero llamarlas por su nombre sagrado: Yoni). Nunca se han sentado frente a un espejo para mirar, admirar y apreciar a sus amadas Yonis. Muchas no se masturban, sienten vergüenza y esa culpa católica son como constantes watchimanes asegurándose de que sean buenas muchachas católicas.

Nos hemos desconectado tanto de nuestros cuerpos que no solo sufrimos de tener relaciones sexuales malas (¡la vida es demasiado corta para eso!), sino que a veces terminamos con ciclos menstruales dolorosos y partos complicados.

Verás, la intimidad no solo consiste en dejar caer tus pantis y tener sexo, sino también en conectarse con tu cuerpo; aprendiéndola, dándole lo que quiere. Si no sabemos lo que quiere y necesita mientras está en pleno clímax, que el cielo nos ayude cuando sea momento de empujar a un bebé o para examinar nuestras emociones en busca de orientación cuando debemos tomar una decisión que altera nuestra vida.

Entonces, en nombre de una vida más sana - a través de una Yoni saludable - comienza una relación con la tuya: habla con ella, mírala, discúlpate por descuidarla y quizás, solo quizás, puedas hacer todo esto mientras te das placer a ti misma. Inténtalo. Es revolucionario.