Let Me Be Honest, I Don’t Feel Free
Déjame Ser Honesta, No Me Siento Libre
It’s been a while since I’ve written a personal essay here. For the past few months, I’ve seen our team pour their hearts into pieces that require a lot of courage to write and to share with you, so I guess it was about time I honored their courage and mine.
With every monthly topic, I get to research, write and navigate different worlds. Sometimes I get to learn about how to improve my own sexual life, and others I learn about the history of our country and our mujeres. Each topic is more exciting and, often, more personal than the last one. Hola, Rita is my safe space and my baby, and the more it grows and changes, the more I realize how linked it is to who I am as a person and a leader. The more I am willing to push myself, the more Hola, Rita grows. It’s that simple.
So when the editorial team chose Freedom as our topic for this month, I had wanted to write about one of the critical freedoms I’ve gotten to experience and continuously sought for: Financial freedom. But as the date got closer, the plans I had for myself, and the goals I have been trying to hit in, both my personal and professional life, started to fall apart. At first, it seemed like it was meant to be. Lately, I feel like the universe is trying to tell me something.
Since I am 16 years old, I’ve been working. Whether it was teaching little girls ballet to three jobs in college, I’ve always been “responsible.”
I pay my credit card on time, and I don’t leave a job without having another one lined up. I don’t take many risks with fashion or makeup and, up until March 2019, I hadn’t made a big decision entirely by myself as an adult.
The truth is, I don’t feel free.
I have an incredibly supportive partner, my parents have always let me choose –even when they knew it was wrong–, and my friends are the first ones to celebrate my victories and cry with me when shit goes wrong. But if I try to remember the last time I felt free, completely free, my memory goes to the last time I danced in the rain in the Dominican Republic as a teenager, and I can’t help but want to cry.
I don’t feel free because my expectations are equally as big as my fears. I am afraid of failure, of making the wrong decisions or letting down my team and, more importantly, letting down my family and myself. Untraditional paths and careers call my name and yet I can’t seem to think I am good or talented enough to pursue them. My true passions are just outside the world of full-time jobs and retirement accounts I’ve lived in for my entire professional life thus far, but I know that I want, what I really want, can’t exist where I am right now.
I am realizing that freedom might mean something very specific for me right now, like leaving my full-time job or making completely different professional decisions, putting aside my crazy expectations and self-doubt and giving my dreams a fair chance. It means having time to write and to create, to truly take care of myself, to enjoy the city I once fell in love with and not having a mountain of angry emails and unreasonable deadlines waiting for me every day I wake up.
This piece might get me in trouble, but what is honesty if not dangerous? At the end of the day, I am building this space and company because I want Dominican women to feel free here. Free to be themselves, free to discover, free to discuss ideas, and free to evolve.
Right now I don’t feel free, but I am working on it. So, shall we work on it together this summer? How does your freedom look like right now?
Ha pasado un tiempo desde que escribí un ensayo personal aquí. Durante los últimos meses, he visto a nuestro equipo dejar el alma en piezas que requieren mucho coraje para escribir y compartir contigo, así que era hora de honrar el coraje de ellas y el mío.
Con cada tema del mes, me toca investigar, escribir y navegar por diferentes mundos. A veces, aprendo sobre cómo mejorar mi propia vida sexual, y otros meses sobre la historia de nuestro país y nuestras mujeres. Cada tema es más emocionante y, a menudo, más personal que el anterior. Hola, Rita es donde me siento segura y es mi bebé, y cuanto más crece y cambia, más me doy cuenta de cómo está enlazado a quién soy como persona y como líder. Mientras más me atreva a empujarme a mí misma, más crece Hola, Rita. Es así de simple.
Entonces, cuando el equipo editorial eligió la Libertad como tema para este mes, quise escribir sobre una de las libertades más importantes que he llegado a experimentar y que busco continuamente: Libertad financiera. Pero a medida que se acercaba la fecha, los planes que tenía para mí y los objetivos que intentaba alcanzar, tanto en mi vida personal como profesional, empezaron a desmoronarse. Al principio, pensé que simplemente no eran para mí ahora mismo. Últimamente, siento que el universo está tratando de decirme algo.
Desde que tengo 16 años, he estado trabajando. Ya sea enseñando ballet o teniendo tres trabajos en la universidad, siempre he sido "responsable".
Pago mi tarjeta de crédito a tiempo y no salgo de un trabajo sin tener otro. No tomo muchos riesgos con la moda o el maquillaje y, hasta marzo del 2019, no había tomado una gran decisión totalmente por mi cuenta como adulta.
Si te soy honesta, la verdad es que no me siento libre.
Tengo una pareja increíblemente comprensivo, mis padres siempre me han dejado elegir, incluso cuando sabían que estaba mal, y mis amigxs son lxs primeros en celebrar mis victorias y llorar conmigo cuando todo se va a la mierda. Pero si trato de recordar la última vez que me sentí libre, completamente libre, mi mente se va a la última vez que bailé bajo la lluvia en la República Dominicana cuando era una adolescente, y se me llenan los ojos de lágrimas.
No me siento libre porque mis expectativas son igual de grandes que mis miedos. Tengo miedo de fallar, de tomar malas decisiones, de decepcionar a mi equipo y, lo que es más importante, de decepcionar a mi familia y a mí misma. Los caminos y las carreras no tradicionales me llaman, pero siempre pienso que no soy lo suficientemente buena y talentosa como para perseguirlos. Mis verdaderas pasiones están fuera del mundo de los empleos de tiempo completo y las cuentas de retiro que he vivido durante toda mi vida profesional hasta ahora, pero sé que lo que quiero, lo que realmente quiero, no puede existir donde estoy ahora.
Me estoy dando cuenta de que la libertad significa algo muy específico para mí en este momento, como dejar mi trabajo de tiempo completo o tomar decisiones profesionales completamente diferentes, dejar a un lado mis expectativas dañinas y mis dudas, y darle un chance a mis sueños y planes. La libertada para mí ahora mismo significa tener tiempo para escribir y crear, para cuidarme, para disfrutar de la ciudad en la que vivo y no tener una montaña de correos electrónicos y tareas irrazonables esperándome todos los días al despertarme.
Esta pieza podría meterme en problemas, pero ¿qué es la honestidad si no es peligrosa? Al final del día, estoy construyendo este espacio y compañía porque quiero que las mujeres dominicanas se sientan libres aquí. Libres para ser ellas mismas, libres para descubrir, libres para discutir ideas, y libres para evolucionar.
En este momento no me siento libre, pero estoy trabajando en eso. Entonces, ¿trabajamos juntxs este verano? ¿Cómo se ve tu libertad en este momento?
Carmen is the founder and creative director of Hola, Rita. She is originally from the Dominican Republic and currently works in advertising full time in NYC. She loves attending events and will always be down for coffee and collaborating. / Carmen es la fundadora y directora creativa de Hola, Rita. Originalmente de la República Dominicana, Carmen trabaja en una agencia publicitaria en Nueva York y siempre está dispuesta a juntarse a tomar un café y colaborar con otrxs creadorxs.